El Obispo de la Iglesia Metodista del Perú, Reverendo César Llanco Zavaleta, reflexiona, sobre las señales de la Navidad en nuestra época:
Hermanos y hermanas, comparto con ustedes un saludo fraterno, especialmente a propósito de esta celebración tan especial que nos convoca, y es la Navidad, el nacimiento de Jesús.
Quisiera compartir con ustedes un versículo de una historia muy conocida. Y el versículo está en Lucas, capítulo II, versículos 10 en adelante.
El ángel que se presenta ante los pastores que están en el campo les dice lo siguiente: «No tengan miedo, porque les voy a dar noticias de gran gozo, que será para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo, el Señor». Hasta aquí es el anuncio, pero luego viene algo en lo que yo quiero llamar la atención. Dice: «… esto les servirá de señal: hallarán al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre».
Miren la señal. La señal de ese nacimiento puede parecer un hecho insignificante en el relato, a veces lo pasamos rápido, pero es una señal clave, anunciada a los pastores en el campo. No fue anunciada a los líderes en el pueblo, al gobernante, al rey o a los soldados. Fue anunciada a los pastores que estaban en el campo, en la zona rural. La señal es que el Salvador está en el comedero de los animales, allí, en el lugar donde generalmente la gente no ingresa. Pero esa señal se repite luego porque dice que cuando los pastores se van a ver a este Salvador, a este Jesús, o a este Mesías, lo encontraron como se les había anunciado, como era la señal: en pañales y en un pesebre. Esa es la señal que a veces dejamos pasar, que a veces no notamos en la celebración del nacimiento de Jesús, de la Navidad.
Y en esta hora, hermanos y hermanas, a propósito de esta fecha, quisiera invitarles a pensar en cómo esa señal está presente en medio de nosotros al celebrar la Navidad. Vivimos en un mundo que nos ofrece gastar el dinero a diestra y siniestra, comprar de todo para celebrar la Navidad, celebrar en los lugares más exclusivos, cuando hay tanta necesidad a nuestro alrededor. Y el Evangelio nos recuerda: la señal está en el pesebre, en el lugar más arrinconado, más sencillo, más insignificante. Ese es el valor de la Navidad.
Y quisiera, como hermanos y hermanas metodistas, en esta hora, reflexionar una vez más juntos. ¿Cómo podemos hacer posible que esas señales del nacimiento de Jesús estén en medio de nosotros también? Primero las detectamos, pero luego las promovemos también. Quedémonos con esto en este tiempo de celebración: que el Dios que ha nacido, que está en medio de nosotros, realmente dirija nuestras vidas y haya ese sentir, como lo dijo el Apóstol, el sentir de un buen Cristo Jesús esté con nosotros.
¡Feliz Navidad, hermanos y hermanas! Que el Señor les bendiga, que el Señor les acompañe.
Rev. César Llanco Zavaleta
Obispo de la Iglesia Metodista del Perú