La XXV Asamblea General de la Iglesia Metodista del Perú terminó el domingo 23 de febrero con metas claras sobre el trabajo que debe priorizarse y una línea de partida definida, pero también con signos de esperanza que pueden ser los que impulsen las tareas a realizar. Empezando por estos últimos, los signos se vieron en la composición de la asamblea y en la ordenación de nuevos presbíteros y presbíteras: la mayoría de delegados y delegados no era esta vez de zonas urbanas sino de las zonas andinas. Hubo paridad en la composición del grupo de nuevos integrantes del cuerpo pastoral de la iglesia, con 50% mujeres y 50% hombres. Y la mitad de este grupo provenía del Distrito Sur Andino Inca.

“Es un hecho promisorio y animador que la asamblea general haya aprobado la elección de tres presbíteras, tres mujeres, ampliando el número de quienes están dedicados al ministerio pastoral de la iglesia y también de tres presbíteros del área Sur Andino Inca, de Cusco, zona andina indígena que crece bastante” expresó el reverendo Luis de Souza Cardoso, director de la Oficina para América Latina de la Junta General de Ministerios Globales, quien llegó a acompañar la asamblea, coincidiendo en Lima con la comitiva de la Conferencia metodista de Missouri encabezada por el Obispo Bob Farr. De Souza ha estado varias veces en Perú, ha visto a la Iglesia Metodista del Perú en distintos momentos de su historia.
Estadísticamente el mayor porcentaje de integrantes de la asamblea fueron de origen andino: sumando a quienes representaron a los distritos Sierra Selva, Nueva Esperanza Sur Puno y Sur Andino Inca fueron 34, de un total de 66 personas. Y entre los nuevos presbíteros y presbíteras hay paridad con los grupos históricamente postergados, las mujeres (3 de 6) y, nuevamente, pastores de la zona andina (3 de 6).

Esto se corresponde con la membresía actual de la iglesia a nivel nacional, según se pudo ver en un cuadro estadístico presentado por el Obispo César Llanco: los tres distritos de la zona andina suman el 69.9% del total de la membresía en todo el país, según el mismo registro, compuesta por 3,362 personas.
Teniendo como punto de partida la necesidad de lograr un mayor ritmo de crecimiento, el Obispo señaló en su informe ante la asamblea las metas prioritarias para los próximos dos años: 1) dedicar una mayor inversión a la formación pastoral y al impulso del liderazgo laico y 2) fortalecer estrategias de evangelización y discipulado.
En evangelización sí hay avances en algunas iglesias y distritos, afirmó, pero aún es insuficiente, reconoció. Y detalló los avances: en Costa Norte visitas domiciliarias, movilizaciones, contacto directo con la comunidad originado en campañas de salud y campañas al aire libre. En este distrito destacan por sus logros en evangelización las iglesias metodistas del Perú Piura y Villa María.

En el Distrito Sierra Selva, el Obispo destacó que las iglesias metodistas del Perú Huancayo y San Ramón han fortalecido su visión misionera. Permanentemente estas iglesias realizan visitas a otras iglesias de su distrito y promueven también la creación de obras nuevas. En Lima Callao hay reporte de avance significativo en evangelización en 6 de las 23 iglesias que componen el distrito y se están consolidando programas de discipulado, así como la propuesta distrital de capacitación en esta área.
En Nueva Esperanza Sur Puno las iglesias tienen celebraciones semanalmente y con elementos culturales del altiplano, lo que ayuda en la tarea. En Costa Sur realizan con frecuencia cultos unidos, tienen fechas de ayuno y oración y una oración comunitaria virtual de madrugada diariamente que les fortalece.
Y en Sur Andino Inca han fortalecido la identidad metodista y la evangelización realizando cultos en quechua y celebraciones tradicionales.
Problemas y soluciones
Para conocer de cerca este distrito la comitiva de visitantes de Missouri y también Luis De Souza Cardoso emprendieron un viaje a Cusco apenas terminó la asamblea, acompañados por el Obispo César Llanco. Hasta el momento han visitado las iglesias metodistas de Perú Sol de Oro y La Quebrada, en el circuito Valle Sur Cusco y Quiquijana en el circuito Jerusalén.

La XXV Asamblea General aprobó el pedido del Distrito Sur Andino Inca, que tiene una membresía cercana a los dos mil miembros (1,734) de dividirse en dos distritos, lo que permitirá una optimización del trabajo ministerial y administrativo de las 48 iglesias que actualmente componen este distrito. La medida se ejecutará recién en un año.
“La iglesia tiene que poner los pies en la tierra y el corazón en el cielo para afrontar los problemas que se presenten, sean temas de propiedades -algo que se repite en todos los países- o problemas de otro tipo”, dijo De Souza Cardoso en relación a los problemas actuales que afronta la iglesia. “Hay que trabajar concretamente pero siempre con la visión de que Dios está con nosotros y entonces vamos discerniendo, comprendiendo, cuáles son los mejores caminos para afrontar esas dificultades”, agregó.

Uno de los problemas que más preocupa actualmente es lo sucedido con el terreno de propiedad de la Iglesia Metodista del Perú en el distrito limeño de Miraflores, por el incumplimiento de la empresa inmobiliaria con la que se realizó un trato, primero de asociación en participación y luego en la modalidad de permuta. Al no haber cumplido con entregar los bienes detallados en la permuta en la fecha establecida en el contrato (diciembre 2022) la IMP planteó una demanda judicial y también una medida cautelar contra esta empresa. Posteriormente, la empresa planteó también una demanda contra la IMP. El abogado de la iglesia, doctor José Ocampo, hizo una amplia exposición de todo lo actuado ante la XXV Asamblea General y respondió también algunas preguntas. Al terminar esta exposición, la asamblea aprobó una moción de apoyo a la gestión episcopal en la defensa del patrimonio de la iglesia.
El trecho para terminar de encontrar la solución a este y otros problemas aún es largo. Sin descuidar las tareas administrativas y de cuidado del patrimonio, al término de su informe el Obispo César Llanco instó a la asamblea a animar a las iglesias “a continuar firmes en el desarrollo del anuncio del evangelio”.