La carta circular de Santiago, enviada a las iglesias judío-cristianas, resalta que nuestra fe en Dios no puede separarse de nuestro amor al prójimo, sino que la verdadera fe se vive en las relaciones humanas. Corresponde bien con las enseñanzas de John Wesley, de que somos llamados a valorar y servir a los más humildes en el nombre de Jesús.
Contenido
- Lección 1: ¡No te des por vencido!
- Lección 2: Dios nos ama a todos por igual
- Lección 3: Lo que dice nuestra boca
- Lección 4: ¿Eres sabio?