
¿Se imaginan ustedes?, un espíritu inmundo en medio de nuestra iglesia. ¡No puede ser!, dirán. ¡Y lo terrible es que ese espíritu hable e intente defender a nuestra congregación y a su sistema con autoridad!. Les explico a qué me refiero en las siguientes líneas.
Cuenta el relato de Marcos 1,21-28 (que es el texto para este domingo 31 de enero), que Jesús llegó a un pequeño pueblo llamado Capernaúm (en la región de Galilea). Era el día de descanso (sábado) día en que la comunidad judía se reunía en la sinagoga para estudiar la ley. Y lo hacía entre cantos, oraciones y testimonios. Si queremos usar los términos cristianos, era algo parecido a “la iglesia” hoy.
El relato nos dice que Jesús enseñaba y TENÍA AUTORIDAD. La gente lo reconocía. Se imaginan cómo deben haberse sentido los líderes religiosos judíos (fariseos a cargo de la sinagoga). Estas autoridades conocían bien la ley pero esto no se reflejaba en sus acciones de la vida cotidiana. El legalismo en el cumplimiento de los mandamientos de la escritura era tal que promovían una vida religiosa que no tomaba como punto de partida la vida. ¡Al parecer era una comunidad religiosa pensada más en la institución como tal que las personas!
Probablemente puedan decirme: si el pasaje dice que HABÍA UN HOMBRE que tenia UN ESPIRITU INMUNDO, ¿por qué afirmo que él representaría a la sinagoga?, ¿no es acaso un encuentro personal entre el hombre que necesita ser liberado y Jesús?. Es cierto, había un hombre que necesitaba ser liberado, pero él representaba a esa comunidad. Es importante prestar atención a los detalles, no solo a las expresiones del verso 23 (donde se señala “había en la sinagoga de ellos”, es decir, este hombre parece ser un buen portavoz de esa sinagoga), sino, principalmente a la relación que se establece en el relato con el lugar.
Cuando leemos un texto bíblico e identificamos los personajes es importante que veamos también los escenarios (como la sinagoga), los tiempos (sábado, día de descanso) y de la misma manera la geografía. Si juntamos toda esa información el mensaje se hace más rico. No en vano el escritor bíblico se ha preocupado en mostrarnos todos los detalles. Así, podemos obtener una comprensión integral de la palabra.