Apreciados hermanos Superintendentes:
Gracia y Paz sea con cada uno de ustedes.
La presente tiene por objeto confirmar que la XXIII Asamblea General Ordinaria se realizará en el colegio María Alvarado (Av. 28 de Julio 249 Lima Cercado) los días jueves 15 hasta el domingo 18 de febrero próximo. El alojamiento y desayuno para hermanos de provincias será en la Casa Metodista.
En los dos últimos años, hemos profundizado un proceso de reflexión sobre la situación de nuestra iglesia y buscado trazar direcciones para orientar nuestra labor evangelizadora y de discipulado como estilo de vida. En el 2016 trabajamos el tema MISIÓN Y CRECIMIENTO: EDIFICANDO LA IGLESIA y en el IV Encuentro Nacional de Reflexión Teológica y Pastoral para la Misión trabajos el tema DISCIPULADO INTEGRAL PARA REVITALIZAR LAS IGLESIAS.
En esta XXIII Asamblea General Ordinaria queremos reflexionar sobre el tema: TRANSFORMADOS POR EL PODER DEL ESPIRITU SANTO PARA REVITALIZAR LA IGLESIAS LOCALES (Romanos 12:2). Como dijo el obispo Paulo Lockmann: “Si queremos revitalizar nuestra Iglesia necesitamos que cada uno de nosotros seamos renovados por el poder del Espíritu Santo”. Una Iglesia renovada, de discípulos, es aquella en la que cada uno ha experimentado el mover del espíritu del Dios que transforma, que mueve y que nos ayuda a ser mejores cristianos, mejores pastores, mejores líderes.
En esta Asamblea debemos también aprobar el Plan Cuadrienal 2018-2021, camino al Bicentenario de la República. Un plan con propósito, con resultados esperados e indicadores. Al llegar a esa fecha emblemática, importante para la IMP, pues el metodismo fue pionero de la obra evangélica en español en nuestro país, queremos ver una iglesia viva que proclama el Evangelio, que celebra, que contribuye a la educación de valores y tiene un rol social en el Perú.
Como dijo el obispo Lockmann, en Casa Betania, hay un propósito de Dios, que es el crecimiento. Este crecimiento es el resultado de un cuerpo sano, pues un cuerpo enfermo no crece. Cada uno de nosotros somos parte del cuerpo de Cristo y Dios quiere sanar ese cuerpo; sanar y dar vida y volvernos más fructíferos para su gloria.
Ese es el espíritu con que debemos encarar nuestra próxima asamblea. Que Dios nos ayude a ser instrumentos útiles en la extensión de su reino.
Complementando otras informaciones: